El tema del juicio es uno que ha sido parte de la sociedad humana desde tiempos antiguos. Todos hemos juzgado a alguien en algún momento de nuestras vidas. Pero, ¿hasta qué punto podemos realmente juzgar a los demás? En particular, ¿se puede juzgar según la Biblia?
La respuesta corta es sí, se puede juzgar según la Biblia. Sin embargo, hay una serie de matices que es importante tener en cuenta antes de apresurarnos a hacer juicios sobre alguien más.
La Biblia Desalienta el Juicio Crítico
Primero, veamos lo que dice la Biblia sobre el juicio en general. Mateo 7:1-2 es uno de los versículos más citados en este sentido: “No juzguéis, para que no seáis juzgados. Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, se os medirá a vosotros“.
Este versículo se utiliza a menudo para argumentar que la Biblia desalienta todo tipo de juicio. Sin embargo, esto no es completamente cierto. En realidad, Jesús está desalentando el juicio crítico y hipócrita, no todo juicio en general.
De hecho, un poco más adelante en el mismo capítulo, encontramos otra declaración importante: “No deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas delante de los cerdos, no sea que las pisoteen y se vuelvan contra vosotros para despedazaros“. Aquí, Jesús está claramente diciendo que debemos hacer juicios para discernir quién es digno de recibir la sabiduría y la gracia de Dios.
El Juicio en el Contexto Bíblico
Entonces, ¿qué significa juzgar según la Biblia? En el contexto bíblico, el juicio se refiere a hacer una evaluación moral de una persona o acción. Pero, ¿cómo podemos hacer esto de manera justa y equilibrada?
En primer lugar, debemos asegurarnos de que nuestros juicios estén basados en la verdad. En Juan 7:24, encontramos una declaración importante: “No juzguéis según las apariencias, sino juzgad con justo juicio“. En otras palabras, no debemos juzgar solo por lo que vemos en la superficie, sino que debemos buscar conocer las motivaciones y circunstancias detrás de las acciones de una persona.
En segundo lugar, debemos recordar la importancia de la humildad en nuestro juicio. Romanos 12:3 nos dice: “Porque en virtud de la gracia que me ha sido dada, digo a cada uno de vosotros que no piense más alto de sí que lo que debe pensar, sino que piense con cordura, según la medida de fe que Dios ha dado a cada uno“.
En otras palabras, no debemos creernos superiores a quienes juzgamos. Debemos recordar que todos somos seres humanos imperfectos y necesitamos la gracia de Dios en nuestras propias vidas.
Juzgar y Ser Juzgados
Otro aspecto importante del juicio según la Biblia es la idea de que, cuando juzgamos a los demás, también nos juzgamos a nosotros mismos. En Gálatas 6:7-8, leemos: “No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; más el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna“.
En otras palabras, si juzgamos a los demás de manera justa y piadosa, también recibiremos un juicio justo de Dios. Pero si juzgamos con un corazón crítico y egoísta, solo provocaremos más corrupción en el mundo y seremos juzgados en consecuencia.
El Juicio Definitivo
Finalmente, es importante recordar que, aunque podemos hacer juicios justos y equilibrados, solo Dios tiene el poder de hacer un juicio definitivo de una persona. En Romanos 14:10-12, encontramos esta declaración: “¿Por qué, pues, juzgas a tu hermano? O tú también, ¿por qué menosprecias a tu hermano? Porque todos compareceremos ante el tribunal de Cristo. Porque escrito está: Vivo yo, dice el Señor, que ante mí se doblará toda rodilla, y toda lengua confesará a Dios. De manera que cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí“.
En última instancia, solo Dios conoce los corazones de los hombres y tiene la capacidad de hacer juicios perfectos. Nuestra tarea como cristianos es hacer juicios justos y amorosos en la medida de nuestra capacidad, sabiendo que en última instancia, será Dios quien juzgue a cada uno de nosotros.
En resumen, la respuesta a la pregunta de si se puede juzgar según la Biblia es sí, pero con importantes consideraciones y matices. Debemos hacer juicios justos y equilibrados, basados en la verdad y la humildad. Y debemos recordar que nuestro juicio también nos juzgará a nosotros mismos, y que solo Dios tiene el poder de hacer un juicio definitivo de una persona.
Como cristianos, debemos esforzarnos por hacer juicios amorosos y piadosos, sabiendo que nuestra tarea es amar y servir a los demás, y que en última instancia, será Dios quien juzgue a todos nosotros.
¿Donde dice en la Biblia que no debemos juzgar?
En el Evangelio de hoy según San Lucas 6,36-38, responde a esta pregunta dolorosamente común en nuestros días. Es curioso cómo muchas personas se autodenominan cristianas, pero rara vez se toman el tiempo de leer la Biblia.
En cualquier caso, el evangelio de hoy es bastante claro en cuanto a lo que deberíamos hacer como cristianos. Jesús enseña a sus discípulos a ser misericordiosos porque eso es lo que hace su Padre Celestial. Así que en lugar de juzgar, debemos perdonar y dar generosamente: “Sean misericordiosos, como su Padre celestial es misericordioso. No juzguen, y no serán juzgados. No condenen, y no serán condenados. Perdonen, y se les perdonará. Den, y se les dará. Se les echará en el regazo una medida buena, apretada, sacudida y desbordante. Porque con la medida que midan a otros, se les medirá a ustedes”.
El pasaje es muy claro. El problema es que muchos cristianos parecen haberse olvidado de esta enseñanza fundamental de Cristo.
Es interesante ver cómo la Primera Lectura de hoy, la profecía de Daniel 9,4b-10, relata la historia de un pueblo que se había alejado de Dios y lo había ofendido gravemente. Daniel, como uno de los líderes, asume la responsabilidad y se arrepiente por los pecados del pueblo.
Entonces, ¿cómo encaja esto en nuestro tema? Debemos recordar que cuando juzgamos a los demás, estamos esencialmente asumiendo el papel de Dios. Y la historia de Daniel nos muestra que Dios es mucho más misericordioso de lo que merecemos.
Es fácil juzgar a los demás sin tener en cuenta nuestras propias faltas. Pero, ¿cómo seríamos juzgados si nuestro juicio se basara en nuestras propias faltas?
Es importante destacar que el no juzgar no significa que no debemos corregir a los demás cuando cometan errores. La corrección fraterna es un deber cristiano. Pero debe ser hecha con amor y compasión, y no para humillar o avergonzar a la otra persona.
El Salmo de hoy es una petición a Dios para que perdone nuestros pecados y nos libre de la muerte. “No recordarnos los crímenes de nuestros antepasados, que tu compasión nos alcance pronto”. Esta es una petición importante, ya que nos recuerda que todos somos pecadores y necesitamos la misericordia de Dios en nuestras vidas.
En resumen, el evangelio de hoy nos recuerda la importancia de ser compasivos y misericordiosos en lugar de juzgar a los demás. La lectura de la profecía de Daniel nos muestra la necesidad de asumir la responsabilidad por nuestros propios pecados y arrepentirnos por ellos. Y el Salmo nos recuerda que necesitamos la misericordia de Dios en nuestras vidas.
Como cristianos, debemos recordar estas enseñanzas cada vez que tengamos la tentación de juzgar a los demás. Debemos buscar siempre la misericordia y la compasión en lugar de la venganza y el juicio. Sólo entonces podremos ser verdaderamente un reflejo del amor de Dios en el mundo.
¿Donde dice en la Biblia juzgar con justo juicio?
En una época en la que las redes sociales y la tecnología han hecho que sea más fácil y rápido que nunca juzgar a los demás, resulta importante recordar las enseñanzas bíblicas acerca de cómo juzgar con justo juicio. Muchos cristianos pueden preguntarse ¿Donde dice en la Biblia juzgar con justo juicio?
En primer lugar, es importante recordar que el juicio siempre estará presente en nuestra vida. Es necesario para establecer límites, tomar decisiones y proteger a los demás. Sin embargo, es necesario asegurarse de que se haga de manera justa y sin tener prejuicios.
Un pasaje clave sobre el juicio justo se encuentra en el evangelio de San Juan. Jesús está hablando con los fariseos acerca de su derecho a sanar a un hombre en el día de reposo. Cuando los fariseos lo acusan de trabajar en el día sagrado, Jesús responde:
“No juzguéis según las apariencias, sino juzgad con justo juicio”. (Juan 7:24)
Esto significa que no debemos juzgar a las personas basándonos en su apariencia u otras informaciones superficiales, sino con un juicio justo, basado en hechos e información precisa.
En la Iglesia del Salvador, se enseña que los principios del justo juicio son fundamentales para nuestra fe y modo de vida. El presidente Dallin H. Oaks, Primer Consejero de la Primera Presidencia de la iglesia, explicó en una conferencia cómo juzgar correctamente:
- No declarar la exaltación o condenación eterna de una persona.
- Contar con la guía del Espíritu.
- Tener un conocimiento justo de los hechos.
- Evitar prejuicios y no juzgar basándonos en consideraciones superficiales.
- Busca el bien y la verdad en las personas.
- Dejar el juicio final en manos de Dios.
Otra enseñanza importante se encuentra en el Libro de Mormón, el cual es considerado por la Iglesia del Salvador como otro testamento de Jesucristo. El profeta Moroni dio una pauta para juzgar justamente, señalando que:
“Todo lo bueno viene de Dios, y todo lo que no es bueno viene del diablo”. (Moroni 7:12)
Esto quiere decir que todo lo que es bueno en una persona viene de Dios y, por lo tanto, se debe reconocer y respetar. Todo lo malo en un ser humano viene del diablo, y se debe tratar de superarlo.
En la sociedad actual, es común ver a personas juzgándose unas a otras en las redes sociales. Muchas personas utilizan estas plataformas para criticar, burlarse o juzgar a otras personas. Es importante recordar que las redes sociales no son un lugar para juzgar de manera negativa a los demás.
Si bien debemos ser responsables por nuestros actos y palabras en las redes sociales, no tenemos derecho a juzgar a los demás de manera irresponsable. Hay consejos prácticos que se pueden seguir para evitar juzgar de manera negativa a los demás en las redes sociales, como:
- Alejarse de ellas por un tiempo.
- Centrarse en admirar a otros en lugar de impresionarlos.
- Tratar a los demás con amabilidad y respeto.
Además, es importante recordar que todas las personas son hijos de padres celestiales y, por lo tanto, tienen la misma naturaleza divina. Debemos ver a todos como iguales y valorar su presencia en nuestra vida.
En síntesis, la respuesta a la pregunta ¿Donde dice en la Biblia juzgar con justo juicio? se puede encontrar en Juan 7:24. Debemos juzgar en base a hechos y tener en cuenta la guía de Dios para tomar decisiones sabias y justas. Debemos evitar juzgar basándonos en prejuicios, y recordar que todas las personas tienen la misma naturaleza divina. Siempre será importante enseñar y recordar cómo juzgar con justo juicio, aplicando siempre los valores de la humildad, respeto y tolerancia.