En la historia de la humanidad, ha habido un esfuerzo constante por conocer y comprender a Dios. No importa la cultura o religión, todos hemos tratado de entender a un ser superior que controla y rige el mundo. Sin embargo, ¿es posible conocer totalmente a un ser omnipotente, omnipresente y omnisciente? La respuesta es sencilla: no.
La incomprensibilidad de Dios
La perfección de Dios resalta en sus tres características principales: ser omnipotente, omnipresente y omnisciente. Pero, como seres humanos con limitaciones, nos resulta difícil entenderlos. Por eso la Biblia nos dice que su conocimiento es incomprensible.
Dios es inmutable, eterno, y creador de todo lo que existe. Por su omnipotencia, puede hacer cualquier cosa que quiera con sólo declararla: “Y dijo Dios: Sea la luz. Y fue la luz” (Génesis 1:3). Y así, con sus palabras, Dios sustenta todas las cosas. Es por eso que todos dependemos completamente de Él, aunque no siempre lo entendamos.
El pacto de Dios con Abraham
Dios estableció su pacto con Abraham basado en su omnipotencia y así se lo aseguró: “Yo soy el Dios Todopoderoso; anda delante de mí y sé perfecto” (Génesis 17:1). Abraham confió en que el poder de Dios era suficiente para cumplir sus promesas.
La omnipotencia en la Biblia
Varios versículos en la Biblia hablan sobre la omnipotencia de Dios. Uno de los más conocidos es Mateo 19:26, en el que Jesús dice: “Para Dios todo es posible”. Y en Isaías 43:13, Dios declara: “Sí, desde el principio yo soy, y no hay quien de mi mano libre; actuaré, y ¿quién lo impedirá?”.
Dios, el único omnipresente
La omnipresencia es un concepto difícil de entender, pero se refiere a la capacidad de estar en varios lugares al mismo tiempo. Y esa es una característica que solo tiene Dios. Como dice Jeremías 23:24: “¿No soy yo Dios de cerca -declara el Señor- y no Dios de lejos?”.
Versículos sobre la omnipresencia
Otros versículos en la Biblia que hablan sobre la omnipresencia de Dios son Proverbios 15:3, que dice: “Los ojos del Señor están en todo lugar, mirando a los malos y a los buenos”; y Salmos 139:7-10, donde el salmista expresa: “¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia? Si subiera a los cielos, allí estás tú; si en el Seol hiciera mi cama, allí estás tú. Si tomara las alas del alba, y fuera a habitar en el extremo del mar, aun allí me guiaría tu mano y me asiría tu diestra”.
Dios, el único omnisciente
La omnisciencia se refiere a alguien que sabe y conoce todo de la vida y del universo. Y en la Biblia es un atributo que solo tiene Dios. Según Hebreos 4:12, “La Palabra de Dios es viva y poderosa, y más cortante que toda espada de dos filos. Penetra hasta lo más profundo del alma y del espíritu, hasta la médula de los huesos, y juzga los pensamientos y las intenciones del corazón”.
La omnisciencia de Dios en la Biblia
También Salmos 139:3 declara: “Tú escudriñas mi andar y mi reposo y conoces todos mis caminos”. Y 1 Juan 3:20 afirma: “Si nuestro corazón nos condena, Dios es mayor que nuestro corazón y conoce todas las cosas”.
Entrar en la presencia de Dios
La presencia de Dios es un eterno presente, pero para sentirlo más fuerte se recomienda buscarlo en las madrugadas. Cuando doblamos nuestras rodillas ante Él, reconocemos lo pequeños que somos ante su grandeza. Todos deberíamos necesitar su presencia omnipotente, omnipresente y omnisciente siempre en nuestra vida cotidiana y en esos momentos difíciles.
La adoración en la Biblia
En la Biblia, encontramos muchos ejemplos de personas que experimentaron la presencia de Dios en su adoración. Moisés, por ejemplo, se postró ante Dios en reverencia y se quito sus sandalias diciendo: “Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso”. Y el apóstol Juan, en su visión del cielo, describe a los 24 ancianos que se postran ante Dios y le adoran diciendo: “Digno eres, Señor y Dios nuestro, de recibir la gloria, la honra y el poder, porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas” (Apocalipsis 4:11).
La grandeza de Dios
Finalmente, debemos recordar que Dios es mucho más grande de lo que podemos entender. Nuestros pensamientos y nuestras palabras no son suficientes para explicar su grandeza. Sin embargo, sabemos que Dios es omnipotente, omnipresente y omnisciente. Y aunque no podamos entender todo acerca de Él, podemos confiar en Él y en su bondad y en su amor por nosotros. Eso es algo que deberíamos recordar siempre.
No es posible conocer todo de Dios
En resumen, aunque nos esforcemos por conocer a Dios, nunca podremos entenderlo todo de Él. Todavía tendremos preguntas que no podemos responder. Pero eso no significa que no debamos seguir buscando y adorando a Dios con todo nuestro corazón, porque su grandeza es inagotable. Mejor disfrutemos de lo que Él quiere que disfrutemos de nuestro corazón y así siempre su presencia omnipotente, omnipresente y omnisciente estará presente en nuestras vidas.