Bienvenidos a este primer artículo del año, en el cual hablaremos sobre la importancia del Nuevo Año desde la perspectiva bíblica, específicamente en base a las palabras del profeta Isaías en el capítulo 43, versículos 18 y 19.

En estos versículos, el profeta Isaías está hablando a los Israelitas que se encontraban en cautiverio en Babilonia y les está hablando de un Dios que quiere hacer algo nuevo en sus vidas, un Dios que va a sacarlos del cautiverio y los llevará a la tierra prometida. Este mismo mensaje también tiene una gran relevancia en nuestra vida actual y particularmente en la forma en que percibimos y celebramos el Nuevo Año.

Cada año que comienza, muchas personas hacen resoluciones y promesas de mejorar en diferentes ámbitos de sus vidas, sin embargo, estos esfuerzos pueden ser en vano si no se tiene en cuenta lo que Isaías nos dice.

El primer punto a tener en cuenta es la importancia de olvidar las cosas del pasado. ¿Por qué? Porque muchas veces nos quedamos atrapados en el pasado, atados por errores, fracasos y preocupaciones, lo que nos impide avanzar hacia adelante.

Es por eso que Isaías nos habla de dejar de vivir en el pasado, de olvidar aquellas cosas que nos hacen daño, que nos detienen, que nos impiden ser felices y cumplir nuestros propósitos en la vida. Es importante dejar atrás las preocupaciones, el miedo, la tristeza, la culpa y todo aquello que nos impide avanzar en la dirección correcta. De esta manera, podremos permitir que Dios haga algo nuevo en nuestra vida.

El segundo punto es la promesa de que Dios está haciendo algo nuevo. La frase “voy a hacer algo nuevo” es una promesa de Dios para con su pueblo, y en la actualidad, para con nosotros. Es una promesa de que el pasado no nos define, que nuestra situación actual no es nuestro destino final y que Dios tiene un propósito y un plan para nosotros que va más allá de lo que podamos imaginar.

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Es importante entender que Dios está en constante movimiento, y que en todo momento está trabajando para llevarnos a un lugar mejor. La promesa de Isaías es un recordatorio de que Dios no nos abandona, de que siempre está a nuestro lado, trabajando en nuestra vida para hacernos crecer y para llevarnos a un lugar de prosperidad y bienestar.

Por último, Isaías nos habla de la importancia de estar atentos, de darnos cuenta de que Dios está haciendo algo nuevo. Esto significa estar conscientes de que, a pesar de las dificultades y los momentos difíciles, Dios está trabajando en nosotros y en nuestra vida para hacer algo nuevo que nos llevará a un lugar mejor.

En esencia, en este nuevo año que comienza, es importante recordar las palabras del profeta Isaías. Debemos dejar atrás el pasado, estar atentos a lo que Dios está haciendo en nuestra vida y confiar en su promesa de hacer algo nuevo. Si lo hacemos, estaremos listos para recibir las bendiciones de un año lleno de prosperidad, felicidad y realizaciones en todos los ámbitos de nuestra vida.