La Biblia nos presenta la vida de muchos personajes, algunos de los que se nos relatan son emblemáticos, otros no tanto, pero todos ellos tienen algo que enseñarnos. Entre ellos, encontramos a Mefiboset, el nieto de Saúl que recibió ayuda de David. Si bien su presencia en el pasaje bíblico es breve, nos deja una lección sobre el amor, el servicio y la gracia de Dios que son tan relevantes hoy como lo fueron hace siglos.
La primera mención que se hace de Mefiboset en la Biblia está en el Segundo Libro de Samuel, capítulo 9. Este pasaje nos cuenta que durante la guerra entre la casa de Saúl y la de David, el joven Mefiboset se cayó y quedó lisiado de por vida.
Cuando David asumió el reino de Israel tras la muerte de Saúl, Mefiboset se convirtió en un personaje clave en la historia de David:
[…] David preguntó: —¿Queda alguno de la familia de Saúl a quien pueda mostrarle bondad por amor de Jonatán?
Había un siervo de la familia de Saúl llamado Siba. David lo llamó a su presencia y le preguntó:
—¿Eres tú Siba?
—Tu siervo, el que suscita respeto y lealtad a su majestad, —respondió Siba.
David le preguntó: —¿Queda algún familiar de Saúl a quien pueda mostrarle bondad por amor de Dios?
Siba le dijo al rey:—Hay un hijo de Jonatán que quedó lisiado en los pies.
—¿Dónde está? —preguntó David.
—Está en la casa de Maquir hijo de Amiel, en Lo Decer.
Entonces el rey David mandó a que lo trajeran de la casa de Maquir hijo de Amiel en Lo Decer.
Cuando Mefiboset, hijo de Jonatán, nieto de Saúl, llegó donde David, se postró rostro en tierra y se inclinó. —Mefiboset —lo llamó David. —Aquí está tu siervo —respondió Mefiboset.
—No tengas miedo —le dijo David—. Voy a mostrarte bondad por amor a tu padre Jonatán. Te devolveré todas las tierras de Saúl tu abuelo, y siempre comerás en mi mesa.
Mefiboset se postró e hizo reverencia, y dijo: —¿Quién es tu siervo, para que te fijes en un perro muerto como yo?
David lo llamó a su presencia y se lo entregó a Siba, hijo del mentor de Saúl, diciéndole:—Todo lo que perteneció a Saúl y a toda su familia te lo doy.
Siba se inclinó ante el rey y le dijo: —¡Que siempre tengas buen éxito!
Mefiboset comió siempre a la mesa de David como uno de los hijos del rey.
Este pasaje es un hermoso ejemplo de amor y gracia. David, el nuevo rey de Israel, decidió mostrar bondad a un familiar de su antiguo rival Saúl, por amor a su amigo Jonatán, el hijo de Saúl que amaba a David como a sí mismo. Mostró clemencia y decidió ayudar a alguien que no podía hacer nada por él.
Por otro lado, tiene que haber sido difícil para Mefiboset aceptar la ayuda de alguien que, hasta hacía poco, se había considerado como un enemigo. No obstante, aceptó y fue recompensado con la generosidad y el afecto de David.
Este pasaje enseña que, si bien es importante tener memoria y respeto hacia el pasado, no debemos permitir que nos impida ver el bien en los demás, incluso cuando parecen ser nuestros enemigos.
El último pasaje que menciona a Mefiboset en la Biblia está en el Segundo Libro de Samuel, capítulo 19. Durante una rebelión contra David, Mefiboset no pudo acompañar al rey y se encontró en una situación difícil hasta que otro de los seguidores del rey, Ziba, le traicionó y acusó falsamente de deslealtad.
David, sin escuchar la versión de Mefiboset, se enojó y le quitó todas sus tierras. Pero después entendió la verdad y, quizá arrepentido, las regresó a Mefiboset.
La historia de Mefiboset en la Biblia es una lección sobre la gracia de Dios que perdura incluso en tiempos difíciles y sobre cómo ayuda a aquellos que buscan su voluntad. También nos enseña que debemos ser cuidadosos al juzgar a los demás y que siempre debemos buscar la verdad y la justicia.
En definitiva, la historia de Mefiboset en la Biblia es un recordatorio importante de cómo la gracia, el amor y la compasión de Dios pueden manifestarse en nuestras vidas, incluso en las circunstancias más difíciles, y cómo debemos tratar a los demás con bondad y generosidad, incluso cuando parece que no se lo merecen.
¿Cuántos años tenía mefiboset cuando el rey te mandó a llamar?
En el libro de Samuel se menciona una cruenta historia vinculada a Mefi-boset, un hombre que fue clave en los conflictos que rodearon a la reinante en el reino de Israel. Fue un personaje que se debatió siempre entre el peligro y la incertidumbre. A cincuenta años de su muerte, todavía hay una pregunta que desvela a muchos: ¿Cuántos años tenía Mefi-boset cuando el rey David lo llamó a su presencia?
El hijo de Jonatán, Mefi-boset, era un hombre cojo que fue clave en una época turbulenta de la historia de Israel. Cuando la noticia de la muerte de Saúl y Jonatán llegó a Jezreel, Mefi-boset, recién casado y padre de un hijo pequeño, cayó al suelo, se fracturó ambos pies y quedó paralítico por el resto de sus días.
Mefi-boset era también el último miembro superviviente de la familia de Saúl que podía reclamar el trono. Durante años tuvo que esconderse y vivir al acecho en la desolación del desierto. No fue sino hasta que llegó David al poder que Mefi-boset salió de su escondite.
David, reflejando la ley judía de que un rey debe ser un hombre justo, trató con amabilidad a Mefi-boset, el hijo lisiado de Jonatán y nieto del rey Saúl. Lo mandó llamar a su presencia y le devolvió todas sus tierras y posesiones que antes pertenecían a su abuelo Saúl.
Pero la pregunta que muchos se hacen es ¿Cuántos años tenía Mefi-boset cuando David lo llamó a su presencia? La respuesta no es fácil de encontrar y hay diferentes interpretaciones al respecto.
De acuerdo con la mayoría de los estudiosos, Mefi-boset tendría cerca de 20 años cuando David lo llamó a su presencia. En ese momento, se encontraba refugiado con un hombre llamado Maquir, quien le había ayudado a escapar de la masacre que acabó con la vida de su familia.
Sin embargo, hay una interpretación bíblica de que Mefi-boseth tenía más de 60 años al ser llamado por David. Esta teoría se basa en que la última vez que se menciona su edad es cuando es un niño de cinco años en Jezreel por lo que, al considerar que habrían pasado unos 25 años desde entonces, tendría que tener más de 60 años.
Lo cierto es que a pesar de la diferencia de edad en estas teorías, el destino de Mefi-boset fue el mismo. David siempre lo trató con compasión y generosidad, burlando la ley judía que obligaba a los nuevos reyes a aniquilar cualquier rastro del linaje anterior para asegurar que no hubiera problemas sucesorios.
Pero esa generosidad no se extendió a la totalidad del entorno político que rodeó a Mefi-boset. De hecho, pronto tuvo que enfrentarse a sus dos capitanes de tropa, Baana y Recab, quienes lo asesinaron mientras dormía.
Los hermanos llevaron la cabeza de Mefi-boset a David en Hebrón y afirmaron que Jehová había vengado a David matrimonio a su enemigo. David, lejos de aplaudir semejante aberración, ordenó ejecutar a los dos hermanos. Su crimen, que nunca podría justificarse, tenía todo el aspecto de una conspiración buscando agradar al nuevo rey.
En resumen, David se comportó con mucha generosidad con Mefi-boset, tratando a este hombre cojo con la misma amabilidad que a cualquier otro ciudadano. Aunque su edad es discutida, su historia de dolor y sufrimiento es inapelable. Y, aunque Baana y Recab trataron de eliminarlo, su memoria vive aún en los corazones de muchos.
¿Qué nos enseña la historia de Mefiboset?
En la biblia podemos encontrar muchas historias con enseñanzas valiosas para nuestras vidas. Una de ellas es la historia de Mefiboset en 2 Samuel 9:13. Este pasaje nos revela mucho acerca de cómo Dios nos ama incondicionalmente y cómo debemos tratar a los demás.
Mefiboset era hijo de Jonatán, el hijo del rey Saúl de Israel. Cuando su padre y su abuelo murieron en la guerra, Mefiboset quedó lisiado. Temiendo que el nuevo rey David lo matara, se escondió en Lodebar. Sin embargo, David, siendo un hombre justo y misericordioso, deseaba honrar a su amigo Jonatán, quien había fallecido en la guerra y decidió buscar algún descendiente de Saúl para ayudarlo.
Lo que podemos aprender de este pasaje
1. Dios es un dios de misericordia y amor
La primera enseñanza que podemos aprender de esta historia es que Dios es un dios de misericordia y amor que desea bendecir a todas las personas. David, siendo conducido por Dios, buscó al descendiente de Saúl para mostrarle amor y cuidado. De hecho, Dios mismo nos muestra su amor incondicional cuando envió a su hijo Jesús a morir por nuestros pecados. Como creyentes, debemos imitar a Dios y mostrar amor y misericordia hacia los demás, independientemente de quiénes sean o lo que hayan hecho.
2. Debemos tratar a los demás con amor y respeto
La segunda enseñanza que podemos extraer de esta historia es que debemos tratar a los demás con amor y respeto. Cuando David encontró a Mefiboset, no lo mató, sino que le mostró amor y cuidado. Como cristianos, debemos aprender a tratar a las personas con amor y respeto incluso si no estamos de acuerdo con ellas. Debemos recordar que cada persona es una creación de Dios y merece ser tratada con dignidad y respeto.
3. Debemos vencer el miedo y la timidez
La historia de Mefiboset también nos enseña que debemos vencer el miedo y la timidez. En lugar de enfrentar su situación, Mefiboset se escondió en Lodebar. Pero cuando David lo encontró, él aceptó su ayuda y finalmente vivió en Jerusalén, uno de los lugares más importantes en la historia de la salvación. Debemos aprender a enfrentar nuestros miedos y preocupaciones y confiar en Dios. Él nos ayudará y nos guiará hacia un mejor futuro.
4. Debemos ser agradecidos
Otra enseñanza que podemos obtener de esta historia es la importancia de la gratitud. Después de que David ayudó a Mefiboset, él se sentó a la mesa del rey todos los días. Mefiboset estaba muy agradecido y se aseguró de agradecer a David por su generosidad. Debemos aprender a ser agradecidos por lo que Dios nos ha dado y demostrar nuestra gratitud a los demás. Esto nos hace sentir felices y también anima a los demás a ser generosos.
5. Debemos amar a los demás como a nosotros mismos
Finalmente, la historia de Mefiboset nos enseña que debemos amar a los demás como a nosotros mismos. David no tenía que ayudar a Mefiboset, pero lo hizo porque amaba y respetaba a su amigo Jonatán. Debemos buscar oportunidades para ayudar a otros y amarlos como Cristo nos ha amado. Esto no solo honra a Dios, sino que también transforma nuestras propias vidas.
Conclusión
La historia de Mefiboset nos enseña importantes lecciones sobre la misericordia, el amor, el respeto, la gratitud y el amor al prójimo. Como cristianos, debemos imitar el ejemplo de David y mostrar amor y cuidado a los demás, independientemente de quiénes sean o lo que hayan hecho. Debemos aprender a vencer el miedo y la timidez, agradecer y amar a los demás como a nosotros mismos. Al hacerlo, glorificamos a Dios y transformamos nuestras vidas para mejor.
¿Qué tipo de discapacidad tenía mefiboset?
Según la historia bíblica, Mefiboset era hijo de Jonatán, el hijo del primer rey de Israel, Saúl. Mefiboset era un hombre cojo que vivía en Lodebar, un lugar aislado de la sociedad.
La discapacidad de Mefiboset le hacía depender de terceros para su subsistencia. Además de ser cojo, se encontraba en una situación de pobreza extrema. Según datos actuales, las personas con discapacidad son el colectivo más pobre y con menos oportunidades laborales del mundo.
La condición física de Mefiboset implica que probablemente no podía caminar o tenía problemas para hacerlo. Se desconoce si sufrió una lesión durante su infancia o si su discapacidad era de origen congénito.
Lo que es claro es que, debido a su discapacidad, Mefiboset no tenía acceso a oportunidades de trabajo y educación. Algo muy común para las personas con discapacidad, ya que más del 85% están subempleadas y con grandes necesidades económicas y de salud.
David, quien se convirtió en el segundo rey de Israel después de la muerte de Saúl, encontró a Mefiboset viviendo en una situación de extrema necesidad y decidió ayudarlo.
Para ello, David creó un lugar de trabajo accesible para Mefiboset en el sector agrícola de Israel. Con esto, Mefiboset podría trabajar y ganar un salario digno gracias a un empleo adaptado a su condición. Esto también demuestra que es posible incluir a las personas con discapacidad en el mundo laboral si hay un compromiso social y se proporciona la adaptación necesaria.
Es importante resaltar que David no solo ofreció trabajo a Mefiboset, sino que también le devolvió la propiedad que le pertenecía por derecho a su familia. Esto muestra un compromiso ético y social con las personas con discapacidad, ya que se les niega el acceso a muchos derechos básicos y se les marginan socialmente.
Además, David proporcionó mano de obra calificada para que Mefiboset pudiera trabajar mejor en la tierra. Esto demuestra que la inclusión de las personas con discapacidad no solo se basa en ofrecerles oportunidades laborales, sino que también se les debe proporcionar las herramientas necesarias para desarrollar su trabajo de manera efectiva y poder contribuir plenamente a la sociedad.
Durante su tiempo en la casa de David, Mefiboset adquirió dignidad y respeto a pesar de su discapacidad. David no solo lo incluyó en su lugar de trabajo, sino que también lo llevó a su casa para comer en su mesa, lo que refleja una igualdad de trato hacia las personas con discapacidad.
Mefiboset no solo recibió ayuda material de David, sino también apoyo emocional, que le permitió tener una vida más plena y significativa. Es importante recordar que las personas con discapacidad, al igual que cualquier otra persona, necesitan relaciones significativas y apoyo emocional para tener una buena calidad de vida.
Como resultado, Mefiboset tenía una discapacidad que lo hacía cojo. Esta condición lo marginaba de la sociedad, pero David lo rescató y le brindó las herramientas, oportunidades y apoyo necesarios para que pudiera tener una vida digna. Esta historia es un testimonio de que a través del compromiso social, la inclusión y la igualdad de trato, es posible incluir plenamente a las personas con discapacidad en la sociedad. Es importante que este mensaje se difunda y se tomen medidas para garantizar la inclusión y la dignidad de todas las personas con discapacidad.
¿Qué le pasó a Mefiboset Según 2 Samuel 4 4?
Sabemos que la continuidad del poder es una lucha constante. En el caso de la monarquía de Israel, la muerte del rey Saúl y su hijo Jonatán dejaron un vacío de poder y fue necesario que David, que había sido ungido como rey por Samuel, luchara para consolidar su posición.
Pero esta lucha no solo implicaba al ejército y estrategias políticas, también se entrecruzan historias donde los personajes secundarios son tan importantes como los protagonistas. Una de estas historias es la de Mefiboset, hijo de Jonatán.
Según 2 Samuel 4:4, Mefiboset quedó lisiado cuando era solo un niño. Al producirse la muerte de su padre (Jhonatán), su familia huyó para protegerse.
En la huida, mientras su niñera lo llevaba cargando, se produjo un accidente y el niño se cayó de sus brazos, quedando imposibilitado de por vida para caminar.
La existencia de Mefiboset es importante para la historia, ya que representa un nexo afectivo importante entre David y Jonatán, los cuales fueron amigos cercanos, y el hecho de que David lo haya acogido y protegido demuestra un compromiso con la memoria y honor de su amigo muerto.
La historia de Mefiboset también está relacionada con la muerte violenta de su tío, Isboset, quien era el rey aún nombrado de Israel. Isboset era el hijo de Saúl, y se mantuvo en el poder algunos años, a pesar de la unción de David por Samuel.
La muerte de Isboset ocurrió luego de la de su general Abner, quien se había pasado al bando de David. El asesinato de Abner ocurrió en Hebrón, una ciudad ubicada 30 kilómetros al sur de Jerusalén.
Isboset quedó profundamente angustiado al saber que su general había sido asesinado en Hebrón. Sin embargo, en vez de demostrar valentía y coraje, los líderes de su ejército, Baná y Recab, hijos de Rimón, aprovecharon la situación para cometer un execrable crimen.
Estos dos hombres se dirigieron a la casa de Isboset mientras este dormía y lo asesinaron. Luego, cortaron su cabeza y se la llevaron a David esperando ser recompensados.
En aquel entonces, las cabezas cortadas de los enemigos eran una especie de mercancía, como una prueba de que se había cumplido el mandato de Dios de borrar a la familia real anterior.
Pero David no se dejó engatusar y los acusó de haber matado a un inocente, ordenando que los mataran de la misma forma descuartizándolos antes de colgar sus cuerpos junto al estanque de Hebrón. La cabeza de Isboset, en cambio, fue enterrada en el sepulcro de Abner, su general fallecido.
Todo esto tuvo lugar mientras Mefiboset se encontraba en el palacio de su padre en Lodebar, siendo desconocedor de los hechos hasta que algunos de sus sirvientes lo informaron
La noticia de la muerte del rey produjo en Mefiboset un gran temor por lo que pensó que haría David al enterarse. Pensaba que David lo mataría por ser un posible heredero que podría reclamar el trono en el futuro. Mefiboset se postró ante David y le suplicó piedad.
Aún afectado por la traición de Isboset, David no solo perdonó a Mefiboset, sino que ordenó que se le devolviera todas las propiedades de su padre que habían sido confiscadas. Además, David le garantizó que comería siempre en su mesa, sin importar su condición de lisiado.
Hay muchas lecturas posibles de esta historia. Algunas pueden tocar temas como la justicia, el poder, la traición y la complejidad de las relaciones humanas. Pero sin duda, la historia de Mefiboset es una historia de supervivencia, de cómo alguien enfrenta su destino y va trascendiendo a través de la ayuda de los demás.
Que quede en nuestra memoria esta historia como un compromiso con la justicia, el honor y la humanidad.